SENSACIONES
El verano estaba siendo extremadamente caluroso, Julio fue casi un infierno y Agosto siguió en el mismo sentido, pero en la segunda quincena del mes llegaron las tan esperadas tormentas de verano, típicas de este mes, y con ellas la bajada de la temperatura unos grados, no muchos la verdad, pero los suficientes para que a lo largo de la noche se necesite algo con lo que sentir calorcito, primero cubriéndote con la sábana y luego, avanzada la madrugada, buscando el calor humano de tu pareja. Es una de las mejores sensaciones que podemos percibir, el calor del otro reconfortando del frescor mañanero.
Qué importante darse cuenta de esos pequeños momentos, que nos relajan, nos acompañan en la vida para reponer nuestra energía y nuestras ganas de vivir.