NOCHE DE DIFUNTOS
31 de Octubre; entre el cambio horario y la meteorología era una tarde-noche muy cerrada; las calles seguían con los niños y jóvenes disfrazados que hacían que tuvieran algo más de colorido.
Lorenzo, un hombre mayor de unos 70 años, salió de su casa vestido de riguroso luto y con una rosa amarilla en su mano; no había dado más de cincuenta pasos cuando se encontró con un vecino que le preguntó a dónde iba a esas horas; Lorenzo contestó que había quedado, que tenía una cita y no podía llegar tarde, cosa que extraño mucho al vecino ya que Lorenzo era un hombre solitario y muy poco comunicativo.
Lorenzo prosiguió su camino, llegó a la parada del autobús, esperó al suyo y se subió, llegó a la última parada, ya no quedaba nadie en el autobús, sólo él, dio las buenas noches al conductor y bajó; se encontraba en la acera delante de la puerta del cementerio; al entrar el encargado le dijo que cerraban en media hora, Lorenzo enseñó la rosa amarilla y asintió con la cabeza.
Lorenzo llegó a su cita, era en un nicho bajo, a ras de suelo, con una lápida muy limpia y arreglada con flores artificiales algo descoloridas por el sol; se sentó en el suelo con alguna dificultad y comenzó a hablar: Hola mi amor, ya he llegado, te he traído tu rosa amarilla, no me ha sido fácil encontrarla, el encargado me ha dicho que tengo poco tiempo, te pido que no tardes, o no tendremos tiempo.
El encargado miró el reloj, cogió un cochecito eléctrico y recorrió las calles del cementerio cerciorándose que no había nadie, sabía que sólo podía quedar el hombre de la rosa amarilla, lo estuvo buscando pero no lo encontró, de repente en una de las calles vio algo extraño, paró el vehículo y fue a mirar, en el suelo había un abrigo negro y una rosa amarilla junto a la lápida de una mujer que había sido removida. Llamó a la policía , buscaron por dentro y por los alrededores del cementerio.
Nunca más se supo de Lorenzo ni de lo que fue de los restos de su mujer que habían desaparecido del nicho.
La gente desde entonces comenta que, como era noche de difuntos, se reunió con su esposa y se fueron juntos a otro mundo.