LA NIEBLA
De repente, sin saber cómo y sin esperarlo, la niebla se instala en tu vida, cada día más densa, sin posiblilidad de ver más allá, no hay un mañana, no hay un futuro.
Lo que pensabas que siempre sería primavera se convierte en un otoño gris, triste; te levantas por las mañanas pensando que volverá a salir el sol, pero no. No es cierto el refrán popular: «mañanitas de niebla, tardes de paseo», ésta no se va, no despeja el ambiente, todo sigue siendo triste y desapacible.