19 DE MARZO ¿NAVIDAD?

Felisa y Pablo no habían podido celebrar la Navidad con su familia (hijos, nietos) debido a la pandemia; estuvieron los dos solos pero conectados con ellos por videollamadas.

En Marzo parecía que la situación del país mejoraba y los miembros de la familia ya tenían tres dosis de la vacuna los mayores, y dos los niños; es por ello que decidieron celebrar la Navidad todos juntos el 19 de Marzo, día del padre. No pusieron los adornos navideños pero sí cocinaron una típica cena navideña, pavo asado.

Estaban todos sentados a la mesa, el perro por debajo por si caía algo; empezaron con un surtido de canapés que hicieron las delicias de los mas jóvenes, luego seguía el plato principal: el pavo.

Felisa desde la cocina llamó a Pablo para que sacara el pavo del horno ya que era grande y pesado; Pablo abrió con cuidado la puerta del mismo porque los vapores eran muy calientes, se enfundó unas manoplas de cocina y tiró de la bandeja hacia él, pero al levantarla el pavo se desplazó un poco y cayó al suelo acompañado de su salsa; el pavo relleno botó como si de una pelota de fútbol se tratara; el perro olió el pavo y salió disparado a la cocina; en ese momento Felisa, renegando de su marido por lo torpe que había sido, recogió el pavo del suelo librándolo de las fauces del perro que se conformó con limpiar el suelo de salsa.

Felisa estaba al borde del colapso con su pavo en los brazos cuando sus hijos y nietos llegaron a la cocina, estos viendo tal escena, les dio por reír contagiando a Pablo y Felisa también.

Al final el pavo pudo comerse, disfrutando de su cena de Navidad en Marzo.

Siempre que se reúnen, la anécdota del pavo sale a relucir; todos coinciden en que fue su mejor «cena de Navidad».