EL TIEMPO
Matemáticamente una hora tiene sesenta minutos, un minuto tiene sesenta segundos y esto no se puede cambiar.
Diferente es cómo percibimos o sentimos el tiempo dependiendo de lo que hagamos.
Junto a una cama de hospital, especialmente por la noche, las horas, minutos, segundos, se alargan eternamente, nunca llega el amanecer.
Cuando comienzas tu semana de vacaciones, aún no has terminado de desempacar, cuando ya estas haciendo la maleta para regresar.
Si pudiéramos frenar el tiempo en los momentos buenos, para poder disfrutar de ellos todo el tiempo que quisiéramos, y acelerar las horas, los minutos, los segundos de los malos… no alargaríamos los días, sólo serían mejores.