¿UN VIAJE MAS?
A finales del 2019, la huelga general de los franceses para mejorar la calidad de las pensiones supuso un gran problema de comunicaciones tanto ferroviarias como por carretera en el país vecino.
Hacía tiempo que habíamos decidido pasar unos días en Marsella a finales de Diciembre de ese año pero, debido al mencionado problema, pensamos en cambiar de destino cuando una noticia nos hizo volver a él; durante las vacaciones navideñas habría una tregua para no perjudicar al turismo.
Nos encontrábamos en la estación del AVE en Atocha (Madrid), cuando en el letrero luminoso que anuncia las salidas se podía leer: el tren con destino Marsella solo hará su recorrido hasta Figueres; rápidamente anulamos la reserva del hotel de Marsella y decidimos viajar a la aventura que ese día nos proponía, solo hasta Figueres; hacía más de 30 años que habíamos estado allí, ya era hora de volver, y así lo hicimos, durante el trayecto reservamos un hotel y todo salió estupendamente.
Dalí te puede gustar más o menos pero nunca te dejará indiferente. La visita a la fortaleza de Ferran VI fue espectacular tanto por su trayecto en todoterreno por el foso seco como por su travesía en balsa neumática por los depósitos subterráneos de agua.
Un viaje sin planificar muy reconfortante. Pero como todo no puede ser perfecto y siempre suele surgir algo, esta vez no podía ser menos; el día de regreso nos encontrábamos en la estación de Figueres; para el AVE a Madrid no había mucha gente; el check-in comenzó diez minutos antes de la salida del tren, ya habíamos metido las maletas, chaqueta, etc en la máquina que hace el check-in cuando escuchamos en voz muy alta: «Seguridad»; el interventor del tren que estaba al principio del check-in intentaba parar el acceso de un hombre al mismo; el personal de seguridad detuvo la máquina quedando nuestras pertenencias dentro de la misma y salieron corriendo a la llamada del interventor.
Un hombre francés, alto, bien parecido, vestido correctamente, discutía acaloradamente con el interventor en francés; el interventor en español explicaba a los de seguridad que no llevaba el billete en condiciones y que tenía que ir a confirmar ese viaje en taquilla; dado que la salida del tren era inmediata el hombre se negaba diciendo que llevaba «la carte de liberté»; parece ser que tenía un billete online abierto para viajar por Europa, pero tenía que pasar por taquilla, al menos en España, para reservar asiento, a lo que se negaba rotundamente; tampoco se quitaba la mochila que llevaba en la espalda, solo quería pasar corriendo al tren, empujando al interventor y a los agentes de seguridad; estos pararon al hombre, uno de ellos se quedó con él y el otro volvió a accionar la máquina para que los pocos pasajeros que estábamos pudiéramos proseguir.
Ya en el tren nos enteramos que el hombre se había quedado en tierra. ¿Por qué no quiso confirmar el billete? ¿por qué no se identificó? ¿por qué no quiso quitarse la mochila?
Nunca lo sabremos, pero lo que es seguro es que este viaje pasa a formar parte de nuestra historia.
Sin estar previsto resultó muy ameno y curioso.
No será un viaje más.