CAMBIAMOS DE CLUB
Han pasado unos años, vamos evolucionando; abandonamos el club de: «Las Damas del Abanico» y nos incorporamos al fabuloso club de: «La Abu».
Si tenemos la suerte de tener a nuestros nietos/as cerca de nosotras, da igual que sea durante algunas horas, todos los días o solo unos días a la semana, nos hacemos responsables de ellos/as, y veremos como éste es el mejor club del mundo; todo son satisfacciones, alegrías, grandes momentos; es un club medicinal, mientras estás ejerciendo de «abu», no tienes dolores, no tienes tristeza, se te quitan de encima muchos años. Da la impresión de que la vida te regala una segunda juventud, pero más tranquila; la responsabilidades gordas no nos pertenecen, son de los padres; nos toca solo lo bueno: disfrutar y ver crecer a los nietos. No hay nada mejor.
Enhorabuena a todas las abuelas del mundo.