REFLEXIÓN 8
Envejecer es difícil, asumir la edad es complicado, resignarse a que esta vida se está acabando es imposible.
Pero hagamos el esfuerzo de mirar nuestras manos arrugadas y ver en ellas todas las cosas maravillosas que han hecho y tocado; luego nos miramos en el espejo y en cada arruga de nuestro rostro reconocer cada experiencia, cada momento feliz, bonito, agradable, vivido: un nacimiento, un viaje, una tarde de cine, una cena, unas sonrisas cómplices, etc.
Valoremos lo bueno, olvidemos lo malo, sigamos hasta el final con positividad, alegría y felicidad.
¡Hagámoslo!