REFLEXIÓN 6
Llevo tiempo dándole vueltas a la cabeza pensando: «¿qué es de verdad la vida?».
Siempre llego a la misma conclusión, la vida no es más que un viaje del que no se sabe la duración.
Por ejemplo, un viaje que hacemos en barco a lo largo de un río; nacemos en un barco que se lanzó a navegar en su momento y tiene hecho parte de un recorrido, pero a medida que avanza el viaje necesitamos cambiar de barco, montar en el nuestro propio y decidimos construirnos uno para abandonar en el que vinimos al mundo.
Si nuestro barco lo construimos bien y con buena madera, aguantará los golpes, arañazos e incluso tormentas que en el viaje se nos presenten, pero si lo hacemos de poca calidad pasaremos toda la vida parcheando y arreglándolo hasta que nos demos cuenta de que en ese barco ya no se puede seguir navegando, que es mejor dejarlo, hundirlo, y pasarse a barcas que nos conduzcan a donde la vida nos tenga reservado.